Crónica de Una Muerte Anunciada

Todos han sido engañados, la multitud parece incierta frente al bowling. Y es la muerte la única que me persigue como sombra cargada de luz en un día pleno. Las caminatas se han vuelto mas largas, los gritos se cierran para ser mas silentes, las calles se abren esperando el paso de desfiles sin sentido, las manos aprietan como nunca la sabiduría que cargan en cada palabra vacía e ininteligible... prefiero desvanecer antes de quebrarme en pedazos.

Y quien no?

Es el dolor mas silencioso, ese que intuyo es peligroso. Nada advierte, nada parece alertarme, inquietarme.

Es la muerte en vida, cuando se decide parecer indolente. Cuando la historia contiene sirenas que cantan canciones sin fin.

Es así como respiro, sin poder descansar.

La vida ha decido que esta vez seré la rey y ella el jugador. Y me odia.

Quiere dejarse ganar y no doler mas

No mas nadar contra la corriente

No mas intentar nada

No mas sobreponerse

No mas ser la palabra de lucha

No mas

Se acabo, así se quieren las cosas y asi serán. Es evidente que no quiere nada mas que sal. Cloruro de sodio, yoduro de acetato, acido ascorbico, acido cianhidrico. Pero no tendrá sal. No tendrá nada.

nada

nada

nada

nada

nada

nada

nada

hacia cielos rojos

por mares azulinos

Es un dolor que no quiere ser prestado como bandera de pelea a nadie. Y quiere vivir solo

y alejarse de todo malnacido esfuerzo por correr por las canchas de tierra.

Es un paso antes del rojo furioso