Le Paranoïaque

Dejo de ser si alguna vez realmente lo fue , con certeza ya estaba lejos del momento en el que en realidad no estaba cerca o al contrario cuando fue mas libre. Con movimientos cercanos a la inmovilidad daba cuenta de que solo queria que el tiempo pasara lo mas lento posible. Porque el reloj se reia de ella en cada movimiento. La incerteza, y la fuerte conviccion de todo aquel que la mira. Se retiro a su cafe preferido, con su diario bajo el brazo esperando que alguna respuesta saliera de sus propias palabras... pero no sabe que decir. Empacar todas sus cosas y buscar lo que tanto añora. ¿Que es lo que quiere? ¿Habra ya vivido lo suficiente como para buscar mas aventuras? ¿Resucitar despues del tercer dia no era lo que estaba esperando?.
No
Sabia que por maldecir su suerte algo terrible habria de ocurrirle y tal conviccion que la perseguia parecia ser peor que el castigo que estaba esperando. No cerraba los ojos en busca de sueños que la llevaran a otro lugar como siempre lo habia hecho. No podia. Estaba esperando a que se cumplieran los vaticinios que ella mismo habria predicho. No podia quedarse tranquila esperando a que todo pasara, se movia de un lado a otro como nunca lo habia hecho tratando de que cualquier cosa cambiara el destino. Se limito a pedir ayuda en voz baja, porque todos parecian saber que le pasaba menos ella. Se miraba al espejo para saber si tenia la respuesta escrita en el rostro. Pero todos parecian saber un idioma que ella no entendia. La simpleza.
Un programa de concursos en el que nadie le podia soplar.
Solo una persona se apiado de su intranquilidad, le susurro al oido que 2+2 eran definitivamente 4.
La verdad... No lo olvidara lo dificil que fue. Pero lo intentara de nuevo, no esperando nada y queriendo mucho... aunque aun con la certeza de que algo tendra que pagar.